Feldkirch: ¡El simposio de otoño promueve la comunidad y la sinodalidad!

Transparenz: Redaktionell erstellt und geprüft.
Veröffentlicht am

El simposio de otoño tuvo lugar en Götzis el 4 de septiembre de 2025 y se centró en la sinodalidad y la comunidad en la Iglesia.

Am 4. September 2025 fand das Herbstsymposion in Götzis statt, fokussiert auf Synodalität und Gemeinschaft in der Kirche.
El simposio de otoño tuvo lugar en Götzis el 4 de septiembre de 2025 y se centró en la sinodalidad y la comunidad en la Iglesia.

Feldkirch: ¡El simposio de otoño promueve la comunidad y la sinodalidad!

El 4 de septiembre de 2025, el centro educativo St. Arbogast en Götzis fue el lugar de celebración del simposio de otoño de la Iglesia católica de Vorarlberg, cuyo título fue revelador: “Pertenencia y comunidad como desafío y promesa”. Este evento marcó el inicio del año de trabajo pastoral 2025/26 y ofreció una plataforma para discusiones en profundidad sobre los desafíos y oportunidades futuros de la iglesia.

Oradores memorables como la futura directora pastoral de la diócesis de Feldkirch, Petra Steinmair-Pösel, y el líder comunitario de Bregenz, Thomas Berger-Holzknecht, compartieron sus ideas. El obispo Benno Elbs celebró el servicio final y envió al personal pastoral al servicio, lo que fue un momento conmovedor para muchos participantes. Hans Rapp, jefe del equipo de Recursos Humanos y Desarrollo, habló de una “dinámica de identidad” que se considera una megatendencia definitoria para la iglesia.

La comunidad como tema clave

“La identidad sin comunidad no existe”, afirmó Rapp, recordando a los presentes que la comunidad siempre debe encontrarse de nuevo. Estas ideas reflejan la necesidad de fortalecer la convivencia eclesial no sólo en tiempos de crisis, sino también en la vida cotidiana. Steinmair-Pösel describió la sinodalidad como el “corazón de un nuevo estilo de iglesia” que es abierta, inclusiva y centrada en la misión de Jesús. Señaló que la sinodalidad no significa estar libre de conflictos, sino que encarna la lucha común por la voluntad de Dios.

Basándose en la evolución social actual, Berger-Holzknecht analizó la creciente tendencia al aislamiento en las burbujas sociales. “La diversidad está aumentando, pero muchos se están retirando”, señaló acertadamente. Esto subraya lo importante que es vivir activamente la comunidad y no simplemente presentarla como una frase vacía.

Ejercicios prácticos y conversaciones espirituales.

Otro punto culminante del simposio de otoño fueron los ejercicios prácticos en pequeños grupos en los que se practicó el método de la conversación espiritual. Esta forma de diálogo pretende ayudar a todos los participantes a reconocer los signos de los tiempos e interpretarlos en un contexto de solidaridad. Steinmair-Pösel resumió la esencia: “La sinodalidad es una actitud espiritual que enseña el reconocimiento de la Palabra de Dios en los demás”.

La cuestión de la sinodalidad va más allá de los límites de la diócesis de Feldkirch y es parte de un proceso más amplio iniciado por el Papa Francisco. La atención se centra en la invitación al Sínodo de los Obispos los días 9 y 10 de octubre de 2021 en Roma. Aquí reflexionamos sobre el camino de la sinodalidad para considerar la comunidad, la participación y la misión como elementos centrales de la iglesia en el tercer milenio. Este proyecto tiene como objetivo involucrar activamente a todos los miembros del pueblo de Dios y fortalecer las oportunidades de participación existentes, como también informó kath.net.

La sinodalidad es vista como una dimensión constitutiva de la Iglesia, que tiene sus orígenes en el contexto del Concilio Vaticano II. En un proceso integral de escucha y consulta, los resultados deben documentarse y comprenderse para configurar la iglesia como un signo profético para la humanidad.

El simposio de otoño en Vorarlberg no sólo proporcionó impulsos locales, sino que también forma parte de un cambio global dentro de la Iglesia católica. Los desafíos a la comunidad y a la identidad de la iglesia son claros: caminar juntos y la participación activa de todos son esenciales para ser una iglesia fuerte y acogedora en un mundo cada vez más complejo.